Los repelentes de agua son un tratamiento que se realizan en las lunas de los vehículos con el objetivo de aumentar la visibilidad y por tanto, la seguridad los días de lluvia. Esto es posible debido a que este tipo de productos contienen resinas acrílicas o polímeros transparentes, entre otras sustancias, que se adhieren al cristal de los coches, camiones o autobuses rellenando los poros para formar una capa resistente a la intemperie. El único inconveniente es que el tratamiento de repelente de agua no es permanente y por tanto, cada seis meses aproximadamente tendremos que volver a aplicarlo para disfrutar de sus múltiples ventajas los días de lluvia. Una vez utilizado el producto, nuestro parabrisas quedará más suave y liso debido a que se crea una ligera película antiadherente que hace posible que las gotas de la lluvia se resbalen con más facilidad. De esta manera, se conseguirá mayor visibilidad al volante tanto de día como de noche los días de lluvia. Asimismo, no se tendrá que utilizar los parabrisas. Este tratamiento está especialmente recomendado para camiones o autobuses ya que son los vehículos que más horas están en la carretera sin importar la climatología ni la hora.
Otras de las ventajas de los repelentes de agua en los parabrisas de los camiones o autobuses son:
- Mayor facilidad y comodidad a la hora de limpiar la luna del vehículo por ejemplo para eliminar los insectos, el polvo o las manchas.
- Dificulta la adherencia del hielo en la superficie de la luna. Por tanto, puede actuar como producto antihielo, siempre y cuando las temperaturas no sean inferiores a los menos cinco grados.
- Actuará como una funda protectora del parabrisas en caso de utilizar el limpiaparabrisas o en caso de llevar el vehículo a un túnel de lavado. En este sentido, se puede decir que el repelente de agua tiene propiedades de resistencia a la abrasión.
- Mayor durabilidad de los limpiaparabrisas ya que con este tratamiento apenas los utilizaremos.
Los repelentes de agua son fáciles, cómodos y rápidos de aplicar, aunque hay que tener en cuenta una serie de factores para su correcto uso. En primer lugar, la superficie del parabrisas debe estar completamente limpia y seca antes de aplicar el tratamiento. Esto significa que deberemos eliminar tanto la suciedad como la grasa que pueda estar acumulada en la luna. A continuación, podremos aplicar el repelente de agua sobre toda la superficie del parabrisas con la ayuda de una bayeta para distribuirlo uniformemente. Deberemos esperar entre 10-15 minutos para que el producto se seque y forme una capa. Pasado el tiempo, tendremos que eliminar el exceso del producto con una bayeta limpia y seca hasta sacar brillo a los cristales.
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